viernes, 17 de febrero de 2012

CÁLCULOS, CÁLCULOS Y MÁS CÁLCULOS...

Pienso que no es momento de que los sindicatos o centrales sindicales y todas las organizaciones obreras estén calculando los rendimientos propios de una huelga indefinida, general y salvaje, sin servicios mínimos nis mandangas.
Los cálculos queden para los otros, sinvergüenzas, políticos del contubernio, prestamistas y demás neofeudales recrecidos que son un atajo de badulaques, oportunistas y bocas y culos agradecidos.
La situación es bélica desde hace ya demasiado tiempo. Perdemos, los pobres, día tras día, mes tras mes, año tras año los pocos y pequeños logros para disponer de un poco de dignidad vital. Esos pequeños logros cubiertos de una gruesa capa de sangre, sudor, sufrimientos y lágrimas de aquellos valientes trabajadores que precedieron a esta nuestra generación de conformistas esclavizables, cómodos, iletrados por egoístas....
No equivocarnos, ahora es siempre el momento de responder y decir ¡basta ya!
Siempre fue ahora el momento. Cada vez que golpeaban con una limitación por aquí, una reducción por allá. Se cedió entonces cada vez y cada vez el golpe es más fuerte.
Sin sufrimiento no se ganan batallas y menos una guerra despiadada como ésta.
Es el momento de que esos sindicatos llamados mayoritarios recapaciten sobre su servilismo al poder y tiren para adelante. Muchas de las otras organizaciones han estado enfrentadas a estas agresiones y han sido difamadas y ninguneadas por su posición contra cambalaches y conchabamientos. Pues ya es hora de que todos los trabajadores volvamos a pelear juntos contra la orda de indecentes que nos desgobiernan y manejan y desmadejan. Antes, los otros con piel de pobretes y ahora, estos con armiños de pudientes.
O gobernamos nosotros, los que seamos, desde cada casa, cada taller, cada oficina, cada fábrica, cada escuela o nos acaban de desgobernar.
Cajas de resistencia ya y al ataque, que son pocos, aunque feroces, ¡los lobos cabrones! 
Y no digo más.
Salud y fuerzas.